El 2025 trajo grandes expectativas para la industria automotriz: más electrificación, más tecnología y más promesas de innovación. Sin embargo, no todos los lanzamientos lograron cumplir.
Estos son los cinco autos que más decepcionaron este año, ya sea por problemas de rendimiento, fallas en calidad o por simplemente no estar a la altura de la expectación generada.
1. Hyundai Ioniq 6
Aunque Hyundai venía ganando reconocimiento en el mundo eléctrico, el Ioniq 6 resultó un paso atrás. Su diseño aerodinámico no logra compensar una suspensión demasiado firme, una interfaz poco intuitiva y un consumo eléctrico mayor al esperado.
La comodidad tras largas horas de manejo se ve comprometida por asientos duros y una insonorización deficiente. Un ejemplo claro de cómo la estética futurista no siempre garantiza una mejor experiencia.
2. Chevrolet Silverado EV
GM intentó revolucionar las pickups eléctricas con la Silverado EV, pero la ejecución no acompañó la ambición. La autonomía real dista de lo prometido, la capacidad de carga se reduce notablemente con el uso del aire acondicionado y la interfaz tecnológica presenta bugs frecuentes.
Sumado a su peso excesivo y su precio elevado, este modelo termina siendo un recordatorio de que no todo lo “eléctrico” es necesariamente innovador.
3. Jeep Recon EV
Jeep prometió un todoterreno eléctrico que mantuviera la esencia aventurera de la marca, pero el Recon EV no logra entregar ni potencia ni autonomía convincente.
Su desempeño en terrenos irregulares se ve limitado por la gestión electrónica del torque, y su sistema de refrigeración genera ruido excesivo. Muchos entusiastas off-road lo han descrito como un Jeep “de laboratorio” más que de montaña.
4. Fiat 600e
El regreso del Fiat 600 eléctrico debía ser un homenaje moderno al icono italiano, pero su ejecución fue decepcionante.
Materiales interiores simples, autonomía escasa (alrededor de 250 km reales) y una conducción sin carácter lo relegan a un papel secundario en el segmento urbano. Lo que debía ser un auto encantador, terminó siendo un intento genérico más en la era eléctrica.
5. Dodge Charger Daytona SRT

Este muscle car eléctrico prometía una revolución en la marca, pero terminó dividiendo a los fanáticos.
El sonido artificial del “Fratzonic Chambered Exhaust” se siente forzado, el peso total del vehículo afecta su agilidad y su diseño interior, aunque futurista, sacrifica la visibilidad. Pese a su potencia, el auto carece del espíritu rebelde que hizo famoso al Charger original, dejando una sensación de nostalgia más que de emoción.
Yuniet Blanco Salas